Sinopsis

Las tramas, conspiraciones, amenazas y descalificaciones frustraron las ilusiones de Alejandro Alonso, que no eran otras que la lucha y defensa de la clase obrera frente a la patronal, el capitalismo y el fascismo.
Desde sus inicios en las juventudes socialistas, ha vivido por y para la UGT y PSOE, ocupando cargos a los que algunos se preocuparon muy mucho en colocar piedras en su camino hacia una posible brillante carrera política.
Su niñez, adolescencia, su inexplicable servicio militar, una historia de amor y un sorprendente final en el epílogo hacen de esta obra que el lector se pregunte si la vida de Alejandro Alonso no es la suya propia.
El protagonista realiza casi al final de la obra un análisis político de la situación actual en España donde evalúa los daños colaterales de esta crisis inventada por capitalistas y banqueros que seguramente no coincidirá con algunos políticos pero sí con el lector y con la realidad vivida y compartida día a día por las capas sociales menos favorecidas.

domingo, 20 de agosto de 2017

Atentado Barcelona

Desde esta página quiero hacer patente mi más repulsa condena a los crímenes cometidos en la Rambla de Barcelona, según parece, por una cédula terrorista vinculada al ISI.
A la vez deseo, mostrar a los familiares de los fallecidos, mi más sincero pésame y desearles a los heridos una pronta recuperación.
Hechos como éste, nos han de fortalecer y no temer a los terroristas. Asesinos jóvenes, cachorros sin cerebro adoctrinados por un asesino que ya cumplió condena por otro atroz atentado. Pena y rabia siento por los que en vez de educar, deseducan. En vez de culturizar, inculturan. En vez de proclamar la paz, inculcan la guerra y en vez de amar, fomentan el odio. Siento pena y rabia por los que además les ayudan.
Hechos como éste han de hacer pensar a los que nos gobiernan y a los que nos quieren gobernar, que algo están haciendo mal. Algo falla en el sistema. Los gobiernos nacionales e internacionales deben de tomar medidas contundentes contra, los que a pesar de acogerlos, nos odian y asesinan. El gobierno Español no puede permitir que haya quienes adoctrinen a jóvenes contra los que les han dado esperanza y bienvenida.
España terminó con ETA, pero se quedaron en el camino mas de 900 personas inocentes,  miles de damnificados, y un incalculable montante económico en daños materiales. Esto quedó como daños colaterales según dijeron algunos. No queremos más daños colaterales, no queremos más asesinatos, no queremos mirar siempre hacia atrás cuando vamos paseando con nuestra familia. Queremos (yo quiero ), soluciones y no lágrimas, ni actos, ni misas, ni oír como dicen algunos que no irá su partido ni sus seguidores a la manifestación de mañana porque la encabeza  el Rey. Felipe encabeza la manifestación como un ciudadano más, que como el resto de ciudadanos llora de rabia ante la barbarie.
Manifestarse es un derecho reconocido a los ciudadanos en la Carta Magna y Felipe, primero es ciudadano y después Rey. Al parecer quienes han dicho esto, primero son antisistema y después ciudadanos. A mi juicio, descerebrados también, pero ciudadanos al fin y al cabo.


A los catalanes y catalanas, a los que viven en Barcelona pero se sienten Españoles, a los que viven allí pero son de otros paises y a los que no viviendo allí la visitan, les animo a que sigan viviendo en libertad, a que no teman por nada, a que miren y saluden con empatía a los que por su raza o color les pudieran hacer sospechar. Ni son todos los que están, ni están todos los que son. No tinc por ( no tengo miedo ).

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